sábado, 27 de julio de 2013

Adios París...Hola Alicante!

Pensando seriamente si entrar en la Galería de los
espejos o dar media vuelta y salir corriendo
Después de una pausa que se ha prolongado un poco más de lo previsto ¡por fin escribo desde Alicante! Los últimos días en París fueron bastante ajetreados debido a los preparativos del viaje y a algunas visitas, de ahí el silencio del blog :(

Eso si, la lectura no ha cesado y tengo ya algunas reseñas en preparación que verán la luz muy pronto. Pero antes de eso no quería dejar de compartir con vosotros mi último día en París. A modo de despedida hasta el  otoño, decidimos ir a pasear por Versalles y pensé enseguida en compartir algunos detalles de la visita con vosotros.

Parecerá mentira pero poco puedo deciros del palacio en si mismo y mucho de los dominios que lo rodean. La inmensa residencia real, dado su tamaño y el hervidero de visitantes que la abarrotan, me abruma demasiado.
Cada vez que voy me convierto en una cabecita más de esa marea de turistas que pelean con las bolsas de souvenirs, la audioguia y la cámara de fotos. !Así es imposible prestar atención a los detalles y en un sitio como este hay muchísimo donde mirar!

El mejor momento es cuando sales por fin a los jardines y dejas vagar la vista sobre el trabajo de Le Nôtre; entonces respiras de nuevo. Al igual que el palacio, los jardines deslumbran por su magnificencia; todo tiene proporciones descomunales incluso el Gran canal que permite a los visitantes dar un paseo en barca.

En un día caluroso, como el que tuvimos nosotros, es ideal perderse entre los muchos bosquecillos y jardines secretos que se abren a los lados del camino central. No es difícil imaginar los encuentros galantes y las intrigas que se urdieron entre su espesura durante los tiempos dorados de la monarquía francesa. 


Fachada posterior y habitación de la reina
Pero sin ninguna duda, si hay un lugar que para mi guarda toda la elegancia, el refinamiento y la joie de vivre del siglo XVIII ese es el Petit Trianon, un pequeño palacio anexo a Versalles. Si bien fue construido a instancias de Madame de Pompadour, primera favorita de Luis XV e inaugurado a la muerte de esta por Madame du Barry, la segunda favorita del rey, otro nombre ha quedado íntimamente ligado a su historia. El de la reina María Antonieta.

El que visita el Petit Trianon después de haber estado en el palacio comprende enseguida porque la reina convirtió este lugar en su retiro personal. Este palacio en miniatura, cuenta con todos los lujos que la época podía ofrecer, pero a diferencia de la residencia principal tiene una talla más humana, más hogareña. Mientras paseaba por sus habitaciones no me fue difícil imaginar a personas leyendo, comiendo o soñando entre sus paredes. 

Desde las ventanas superiores la vista abarca todo el jardín inglés que rodea la propiedad. Un jardín sin orden, más salvaje y exuberante en vegetación, muy distinto al cuadriculado jardín a la francesa creado por Le Nôtre. El agua corre libre por riachuelos, estanques y cascadas y el Templo del amor vigila a todo aquel que pasea por los intrincados senderos que lo rodean.

Era en este reducto donde la reina podía deshacerse de la corona, descansar de las representaciones y vivir según su capricho. Aquí la solemnidad del ritual cortesano desaparecía y María Antonieta disfrutaba de la soledad o de la compañía libremente escogida. ¡Quien no soñaría con tener un lugar de retiro como este!


Así luce la aldea en este caluroso verano. La lavanda es la reina
del jardín y su aroma te acompaña durante toda la visita.
Como si acaso faltase belleza al lugar, la reina decidió añadir una última floritura. Influenciada por el amor a la naturaleza imperante en la época, mandó edificar una reproducción exacta de una aldea normanda. Si el Trianon fascina no podéis imaginar lo precioso que es este lugar.

La reina deseaba un sitio donde disfrutar plenamente de la naturaleza y de la vida campestre. Así se edificaron para su disfrute el molino con su noria hidráulica, la lechería, la granja, las casas de los aldeanos, el estanque plagado de carpas, el faro bautizado como Torre Marlborough y su casa como señora del lugar. 
Siempre me fascinó el retrato de Vigée-Lebrun que representa a María Antonieta vestida con muselina blanca, gasa bordada y un gran sombrero de paja como único adorno. Ver a la soberana en tal simplicidad sorprende muchísimo y no puedes visualizarla paseando de esta guisa por los salones de Versalles.

Es en el instante en que ves su aldea cuando la imaginas tal y como aparece en el cuadro. Metida en su papel de campesina, yendo de la granja a la lechería, haciendo probar a su séquito la leche recién ordeñada o los huevos frescos de su corral; organizando meriendas y fiestas campestres o paseando en barca por el apacible estanque.


Maria Antonieta "campesina". A la izq. el cuadro de
Vigée-Lebrun
Pero esta existencia frívola y aparentemente idílica no escuchó crecer a pasos agigantados el clamor de los representantes y del pueblo francés.  
Con su aislado retiro en Versalles, impasibles ante los cambios que se estaban produciendo en el seno de la sociedad francesa, los monarcas sellaron su destino.
La tarde del 5 de octubre de 1789 María Antonieta descansaba en el Petit Trianon cuando recibió la orden urgente de volver rápidamente al palacio. El pueblo de París avanzaba hacia Versalles para pedir cuentas a sus soberanos.

El Petit Trianon cerró así sus puertas. Los juegos y los murmullos abandonaron sus estancias, el lugar fue convertido en albergue durante últimos años de la Revolución y finalmente abandonado. 

Las restauraciones posteriores le han devuelto el esplendor de aquellos días pero la sombra de la Revolución empaña la blancura del lugar. En mi mente cobraba más protagonismo aquella fatídica tarde en que la reina vio el Petit Trianon por última vez y los sucesos que vivió a partir de entonces.

Visitar Versalles es entrar de pleno en el final de un mundo y el inicio de otro, el de la Revolución francesa. Yo no me canso (al igual que Teresa) de visitar los lugares donde todo ocurrió o de leer todo lo que cae en mis manos sobre el tema. Ensayos, biografías, novelas, memorias...cualquier cosa me vale con tal de ahondar aún más en este período tan relevante para nuestra Historia contemporánea y que tan parcialmente se conoce a menudo. Para comprender las causas profundas, el comportamiento de sus protagonistas y la verdadera naturaleza de la Revolución, uno no puede conformarse con conocer algunos hechos puntuales.


El libro gordote que veis detrás es una maravilla para conocer
la historia de la indumentaria. "The complete costume history",
de Auguste Racinet.
En la tienda de Versalles me hice con los últimos ejemplares a añadir a mi bibliografía. El primero de ellos es una novela de Alejandro Dumas, El caballero de Maison-Rouge. La trama del libro gira en torno a los intentos desesperados de un misterioso personaje por salvar a la reina de la guillotina (parece que está basado en hechos reales, aunque como siempre habrá que contrastar la información). Hasta ahora todos mis acercamientos al autor me han encantado así que creo que no voy a salir decepcionada de este.

El segundo libro forma parte de una colección magnífica titulada Le temps retrouvé (ediciones Mercure de France). En esta colección se recogen  memorias, diarios y biografías de personajes o acontecimientos históricos relevantes. En esta ocasión yo me hice con Las memorias de Madame de Tourzel, la institutriz de los hijos de Luis XVI y María Antonieta. 
No espero encontrar objetividad en su relato (los reyes aparecerán imagino como un dechado de virtudes) pero si espero compartir la emoción y la angustia de todo lo que vió y vivió entre 1789 y 1795 la persona que compartió los últimos momentos de la familia real.

Y por hoy nada más, que ya he hablado demasiado! Espero que los que visitéis Versalles no dejéis de acercaros al dominio de María Antonieta y que el paseo por sus rincones os cautive tanto como a mi. Ahora dejemos las visitas y regresemos a los libros :) 

Muy felices lecturas y que estéis pasando un magnifico verano!

domingo, 14 de julio de 2013

Lecturas de verano 2013

Por fin puedo cumplir mi palabra y enseñaros mis lecturas estivales.

Algunas de ellas todavía me dará tiempo a leerlas en la France porque hasta el 23 de julio no vuelvo a Alicante. Por eso me duele en el alma llamarlas lecturas veraniegas!

Mira que lo intento, pero para mi no hay verano posible sin mar y el invento este de París Plage como que no me convence demasiado. Mirad aquí como convierten el Sena en Copacabana (o al menos lo intentan).

Es cierto que el verano no es mi estación favorita pero llegado el momento lo disfruto como el que más. ¿Como quitarles mérito a esas mañanas de playa, al blanco y negro del Peret, a las tardes de cotilleo que se alargan hasta las tantas, a los mojitos entre amigos o a la escapada de rigor a Tabarca? Son momentos que te llenan de energía y te hacen desconectar del mundo.

Pero si hay algo que adoro del verano, son los ratos de lectura. En mi familia leemos casi todos y los domingos cuando nos reunimos en la casa que mi tía tiene a pie de playa, se produce un momento mágico. Justo después de comer, cada uno coge su libro y busca un huequecito de la casa para entregarse a la lectura. La terraza, con el precioso panorama del Mediterráneo en el horizonte, es el lugar más codiciado. Y ahí nos podéis ver; un montón de personas viajando en silencio mientras son mecidas por el sonido de las olas.
No se lo que los demás traerán preparado este verano, pero yo ya tengo hecha mi elección. Aquí os dejo pues con los verdaderos protagonistas.


Abril encantado de Elizabeth Von arnim. Este verano sería impensable no leer a Von Arnim. Acabo de terminar su primera novela Elizabeth y su jardín alemán y sencillamente necesito seguir leyendo algo suyo inmediatamente. Hay que ver como he disfrutado este librito. Pequeño en tamaño pero grande en contenido.
Estuve mirando entre las otras novelas de la autora y me pareció que Abril encantado tenía el tono alegre y refrescante del verano. 
La historia transcurre en plenos años 20. Dos jóvenes casadas deciden alquilar una villa en la costa italiana. A escondidas de sus maridos deciden compartir los gastos de las vacaciones con otras dos compañeras de viaje; una bella aristócrata que quiere huir de sus múltiples admiradores y una anciana en busca de reposo. No me quiero imaginar la que pueden montar  este variopinto grupo de señoras!

La colline aux gentianes de Elizabeth Goudge. Después de disfrutar con El país del delfín verde tenía  muchas ganas de leer de nuevo la pluma delicada de Goudge, así que elegí esta novela suya ambientada en el Oeste de Inglaterra durante las guerras napoleónicas. Un joven desertor y una campesina rebelde son los protagonistas de una historia que promete muchísimo. Si me gusta aunque sea la mitad de lo que me gustó El país del...tengo mi felicidad asegurada. La pena es que esta vez no está traducida al castellano y no queda otra opción que leerla en francés o en su inglés original.

Evelina de Frances Burney. Creo que esta joyita necesita poca presentación. El dato de que Burney fue una de las escritoras favoritas de Jane Austen dice mucho en su favor, pero creo que su libro va a gustarme por méritos propios. 
Se trata de una novela epistolar donde quedan perfectamente reflejados los fastos y las miserias de la alta sociedad inglesa de finales del siglo XVIII. La edición ilustrada de Editorial d'Epoca es una preciosidad y mirar cualquier ejemplar de su catálogo es una verdadera tentación.

The Winthrop woman de Anya Seton.  Mi amor por Nueva Inglaterra, que ya he declarado en muchas ocasiones, me empuja a buscar una y otras vez libros ambientados o que traten sobre esta región. Con la impresión de La letra escarlata todavía reciente, tenía pensado leer de nuevo a Hawthorne, pero el tono oscuro y profundo de sus historias me parece más apropiado para el otoño. Así que buscando por internet di con esta novela histórica ambientada en la Norteamérica de 1630. 

La protagonista, familiar del que fue uno de los primeros gobernadores de Massachusetts John Winthrop, debe hacer frente al fanatismo de los colonos que la rodean y buscar su propio camino entre los inhóspitos paisajes de Nueva Inglaterra. No he leído nada de la autora, pero parece que va a ser una lectura ligera y entretenida, perfecta para el verano.

Historia de los Forsyte (Una comedia moderna y Fin de capítulo) de John Galsworthy. !Llegó el momento! Estaba deseando tener el tiempo libre suficiente para disfrutar de esta historia como se merece. Mi opinión sobre la primera parte fue contundente: uno de los mejores libros que he leído en mi carrera lectora. 
En esta segunda parte la protagonista es Fleur, la hija de Soames y el marco de la historia la Inglaterra de entre-guerras. 
Partiendo de la base de que el periodo histórico me encanta y de que los personajes y el estilo de Galsworthy me fascinan, sospecho  que voy a disfrutar muchísimo de esta lectura.

Ángulo de reposo de Wallace Stegner. Esta vez voy a poneros la sinopsis de la editorial para que veáis en un solo párrafo las razones que me empujan a leer cuanto antes este libro:
"El historiador Lyman Ward, ya retirado de sus tareas docentes, se propone investigar la memorable historia de sus abuelos: una pareja de la alta sociedad de la costa Este que en la segunda mitad del siglo XIX abandona el lugar en el que ambos habían crecido para instalarse en California, cuando era un territorio aun por civilizar".
Norteamérica, siglo XIX, una investigación histórica...Si me dicen que estos son los ingredientes de mi poción mágica, me lo creería a pies juntillas. Si a esto le sumamos un Premio Pulitzer en su honor y unas críticas inmejorables, creo que podemos estar ante una de mis mejores lecturas no solo del verano, sino de todo el año.

Y de momento estos son los seis libros que me van a acompañar. Es probable que la lista se amplíe conforme vaya transcurriendo el verano, pero os tendré al corriente de cualquier novedad. Como veis he hecho una apuesta casi segura al repetir autores que me han encantado. Espero que el resto también se conviertan en nuevas referencias literarias para mi.


Solo me queda apuntar que cuatro de estos libros me van a ayudar a superar el reto que Teresa nos proponía en su blog. Me parece una propuesta fantástica y espero que muchos os animéis a participar en ella. ¿Quien no tiene algún libro de más de quinientas páginas esperando en su estantería?
Yo me he decantado por la categoría Peso pluma. A ver si hay suerte y consigo superar el desafío.

Muy feliz verano a todos!



martes, 9 de julio de 2013

La trama nupcial de Jeffrey Eugenides

Yo he leído la edición
francesa, pero os pongo
la edición española a cargo
de Anagrama y  traducida
por Jesús Zulaika.
"Eugenides querido, demasiados años me has tenido esperando una nueva novela tuya. Como comprenderás voy a ser más exigente que nunca. Te has tomado tu tiempo así que ahora demuestra lo que vales..."

Esto era exactamente lo que iba cavilando mi cabeza cuando por fin tuve La trama nupcial entre las manos. Si, había sido una larga espera pero a Eugenides se le puede perdonar casi cualquier cosa. Con tres novelas publicadas en sus dieciocho años de carrera literaria (Las vírgenes suicidas, Middlesex y La trama nupcial), su talento  parece ir creciendo de forma exponencial. Por eso no es de extrañar que cada nuevo trabajo suyo venga rodeado de expectación.

Cuando con el buen recuerdo de Middlesex aún en la memoria, leí el argumento de La trama nupcial, no pudo parecerme más tentador. Ambientada en un campus universitario, con un triángulo amoroso, literatura del siglo XIX y estructuralismo francés de por medio, la promesa de 551 páginas de felicidad era casi una certeza.
A primera vista la trama puede parecer sencilla, pero nada más lejos de la realidad.


Madeleine, Mitchell y Leonard
La novela se abre en pleno mes de junio durante el acto de graduación universitaria. Durante los años  que ha durado su periplo en el campus, Madeleine, Mitchell y Leonard, se han enamorado, han estudiado, han leído mucho y se han formado pensando en su futuro. 

Pero a pesar de que deben centrarse en su formación académica, serán sus relaciones amorosas las que perturben sus pensamientos. Madeleine no concibe la vida sin Leonard, Mitchell sin Madeleine y Leonard maldice la enfermedad que le impide llevar a cabo sus ambiciosos planes. Todo se decidirá cuando llegue el día de recoger sus títulos. Será el momento de abandonar las múltiples posibilidades que se abren ante ellos para escoger tan solo una. 
El mundo real llama a sus puertas y finalmente ¿que camino decidirá tomar cada uno de los componentes del triángulo?



Universidad de Brown
Magistral. Esa es la palabra que para mi define La trama nupcial. Eugenides me ha tenido atrapada entre las páginas de su novela y esta vez, como amante de la literatura y recién graduada universitaria, tocando directamente mi fibra sensible. Y es que La trama nupcial es un fresco apasionante de sentimientos y experiencias. De la llegada a la edad adulta y a ese momento en que uno debe decidir que camino tomar en la vida después del periodo fascinante e idealista de la universidad.

Pura novela de aprendizaje, está llena de referencias al mundo universitario, a las clases, a la relación con los profesores y a los contenidos de las asignaturas estudiadas. Esta vez restringidas al ámbito de la literatura, la teología y la biología, las carreras que estudian Madeleine, Mitchell y Leonard respectivamente. Eugenides describe con precisión y maestría el ambiente del campus universitario de Brown, una de las universidades americanas pertenecientes a la prestigiosa Ivy League. Como el mismo Eugenides cursó aquí sus estudios universitarios, en la misma época en la que transcurre la acción, uno no puede dejar de preguntarse cuanto hay de invención y cuanto de componente autobiográfico en su novela. 

Todo fluye con ese estilo ágil de Eugenides que es capaz de describir minuiciosamente hasta el mas mínimo detalle y al mismo tiempo hacer avanzar la acción rápidamente. Los giros temporales y los cambios de punto de vista son constantes pero no perturban en absoluto la lectura.  Están tan bien construidos que nos permiten ser testigos del pasado de los tres personajes y de las interpretaciones que cada uno hace de los acontecimientos que narra la novela.
Mi graduación. Final de un camino e inicio de otro.
Pero si la forma en que está cimentado el libro es perfecta, lo mas apasionante viene en el contenido. Eugenides consigue hacer de un simple triángulo amoroso un homenaje a la literatura del siglo XIX y al mismo tiempo un estudio del alcance que sus tramas tienen en la vida de quien las lee. En este caso de Madeleine, nuestra protagonista. 
Lo primero que sabemos de ella, en la primera página, son los libros que tiene en su estantería. Y ahí están Austen, Dickens, Trollope, Hardy y todos los máximos exponentes de la literatura decimonónica. Madeleine no solo lee estas novelas por placer, sino que ha hecho de ellas su sujeto de tesis universitaria. 
En el fondo es una romántica y cree que el amor ocupa un lugar relevante en la vida de las personas. Pero en los años ochenta el discurso ha cambiado. Cuando en la carrera Madeleine lee a los semiólogos franceses enunciar frases tan demoledoras como esta, se derrumba:

"Nadie se enamoraría si no hubiese oído hablar del amor" (Barthes citando a La Rochefoucauld)

Imaginad el conflicto interno que crece en Madeleine cuando lee esto. ¿Es posible seguir creyendo en el amor y en el matrimonio? ¿Aún cuando este ya no es la única salida para una mujer; cuando un divorcio puede acabar con el problema de un matrimonio desavenido y cuando una joven encadena uno tras otro los desengaños amorosos?


Jeffrey Eugenides
Si muchas razones ponen en entredicho esta institución secular, punto culminante del amor (o eso se cree); pero aun así, hay una boda en la novela, los personajes se siguen enamorando perdidamente y la heroína debe elegir entre dos pretendientes, el inestable y egoísta Leonard y el bondadoso y responsable Mitchell ¿Está pues la trama nupcial verdaderamente muerta o aún se puede escribir sobre ella, sobre el amor y sus consecuencias? Eugenides con este triángulo amoroso ha demostrado que si se puede. Y de forma brillante. 

Si no habéis leído nada suyo os invito desde ya a hacerlo. No importa por donde empecéis, pero si como yo sois entusiastas seguidores de la literatura del XIX, y os gustaría comprobar como lo que leemos influye irremediablemente en nuestra forma de ver el mundo, La trama nupcial puede ser un excelente punto de partida. Si la leéis ya veréis que diálogo final. Todo el sentido del libro se encuentra en estas frases. No se cuantas veces lo he leído ya. Me encanta! 

Sin lugar a dudas esta novela es un nuevo Coup de coeur para este 2013. No llega a la maestría de Middlesex, pero deja el listón muy alto para la novela que tome el relevo. Solo espero que Eugenides no nos haga esperar otros nueve años más.

Mañana os enseñaré mis lecturas veraniegas; a ver si  os apetece alguna para combatir estos calores con un buen libro en la mano :)
Un beso y felices lecturas a todos!

miércoles, 3 de julio de 2013

Reto Bicentenario Orgullo y prejuicio

Menos mal que Carmen está pendiente de todo y ha vuelto a recordar las bases para participar en este reto. Hace ya unos meses cuando lo anunció yo no tardé ni dos segundos en colgar el precioso banner en mi blog; pero como soy un alma de cántaro no me acordé de hacer la entrada anunciando el reto. 

Hoy por fin pongo solución al asunto y me hago participante de pleno derecho en este precioso homenaje. Se que much@s ya conocéis a Elizabeth y a Darcy y os habéis enamorado de su historia. Pero si eres de ese grupo que todavía no se ha animado a leerla...No lo dudes más y haz de Orgullo y prejuicio una de tus lecturas del verano!
Estoy convencida de que os encantará.

Para ir abriendo el apetito, antes de dedicarle una reseña especial, he decidido traeros las ilustraciones que Charles Edmund Brock hizo para una de las ediciones de la novela.  Se trata de una edición de 1907 que formó parte de la colección "Series of English Idylls" by J. M. Dent & Co.

Estas acuarelas están entre mis preferidas y captan a la perfección el espíritu de la Regencia (periodo histórico en el que se enmarca la novela). Siguiendo el orden de la trama os invito a dar un pequeño viaje por Orgullo y Prejuicio. Que lo disfrutéis! 


Los Señores Bennet-   Darcy se niega a bailar -
 El Sr. Lucas presenta a Elizabeth y a Darcy


Jane recibe una invitación para ir a netherfield Park- Bingley cuida de ella durante su enfermedad
Elizabeth y el Sr. Collins


La poderosa Lady Catherine- Darcy trae su famosa carta a Elizabeth -
Elizabeth visita Pemberley y ve el retrato de Darcy


Darcy presenta a a Elizabeth y a su hermana Georgiana- El escándalo de Lydia -
Elizabeth piensa en su historia con Darcy


Jane y Bingley al final de la novela- El precioso momento entre Elizabeth y Darcy -
¿Me das tu consentimiento papá?
Pinchad sobre las imágenes para verlas con más detalle y si os apetece ver otras ilustraciones de la novela,  realizadas por el mismo artista pero con otras técnicas,  entrad aquí
Feliz miércoles a todos!!

lunes, 1 de julio de 2013

Ana la de Tejas Verdes de Lucy Maud Montgomery


Cuando en el mes de marzo me enteré de que la editorial Toro Mítico reeditaba Ana la de Tejas verdes, mi cara fue el reflejo mismo de la felicidad.  Después de tantas relecturas en mi viejo ejemplar, por fin iba a poder disfrutar de una nueva y preciosa edición. Reencontrarse con una amiga del alma siempre es un gran acontecimiento ¿verdad?

Conocí a Ana cuando tenía unos 9 o 10 años, no recuerdo exactamente a que edad; pero lo que si recuerdo con claridad es la sensación de dicha que tuve mientras leía su historia. Fue muy divertido seguir sus ocurrencias y pronto soñé con poder jugar yo también en los maravillosos paisajes de la Isla del Príncipe Eduardo. Pero por encima de todo, si hay algo que me sorprendió profúndamente es darme cuenta de que mi ensoñación permanente no era un caso aislado. Mi imaginación desbordante encontró su par en la de esta pelirroja que, a partir de ese día, pasó a convertirse en mi heroína.

Hoy con páginas nuevas y olor de imprenta, he vuelto a sentir, al leer el libro, la misma sensación que en mis antiguas lecturas. Si os apetece os invito a venir a Avonlea para conocer a su más célebre inquilina.


Láminas interiores
Ana Shirley nunca ha conocido lo que es un hogar. Huérfana desde muy pequeña, ha pasado sus primeros 11 años de una casa de acogida a otra hasta acabar en un orfanato. La soledad en la que ha crecido, la ha ayudado a desarrollar una imaginación desbordante donde se refugia de su triste realidad. Pero un día su suerte cambia al fin.

Matthew y Marilla Cuthbert, dos hermanos solteros que viven en La isla del príncipe Eduardo, deciden adoptar a un niño del orfanato. Pero un error hace que, en lugar de un muchacho, reciban en su casa a una flacucha jovencita pelirroja que no deja de cotorrear. Ana llega así a Tejas verdes, la casa de los Cuthbert, y a partir de ese momento ni su vida ni la de todos los que la rodean volverá a ser la misma.


                                  

Ana llega por primera vez a Tejas Verdes
Hay lecturas para las que no pasa el tiempo. Aunque para quien las lee pasen los años, uno acaba sintiendo la magia de aquella primera vez en que descubrió la historia. Eso es exactamente lo que a mi me pasa con Ana la de Tejas Verdes Cuando crecemos muchas veces dejamos atrás esas ensoñaciones típicas de la infancia y desgraciadamente la realidad se impone a los mundos imaginarios que antaño construimos.  

Pero si escarbas un poquito en la memoria, todo renace en imágenes, sonidos, olores y eres niño de nuevo. Eso es lo que ocurre cuando uno lee a Lucy Maud MontgomeryVer el mundo a través de los ojos de Ana es ver de nuevo con los ojos de un niño. Un niño que se maravilla ante los manzanos en flor o ante las mangas de un vestido nuevo; que convierte una pequeña laguna en el "Lago de las aguas refulgentes" y que continuamente encuentra la belleza en todas partes: en el sonido de la lluvia, en la quietud del invierno o en los colores dorados del otoño

Es muy difícil no enamorarse de Avonlea, de sus paisajes y de quienes los habitan. Todos los personajes son inolvidables: la dulce Diana, la cotilla Rachel, el adorable Matthew, la estricta Marilla y el apuesto Gilbert. Así podría enumerarlos a todos. Y como no a Ana. 

Ana y Gilbert
En este primer tomo de sus aventuras la veremos crecer desde los 11 a los 16 años y un montón de momentos memorables quedarán grabados en nuestra memoria. Como olvidar la pizarra rota en la cabeza de Gilbert, el episodio del bote hundido o la timidez de Matthew cuando quiere comprarle un vestido nuevo a Ana y acaba cargando con un rastrillo y montones de azúcar moreno.

Ana hace una trastada tras otra y como bien dice ella casi al final de libro: "Desde que llegué a Tejas verdes he cometido errores y cada uno me ha ayudado a curar un gran defecto [...] El error de hoy me va a curar de ser demasiado romántica. He llegado a la conclusión de que no sirve de nada ser romántica en Avonlea. Estaba muy bien en el amurallado Camelot de hace cientos de años , pero ahora no se aprecia lo romántico."

Pero fijaos lo que le responde Matthew dulcemente: "No abandones todo tu romanticismo Ana, un poquito es bueno; demasiado no desde luego...pero guarda un poco, Ana, guarda un poco". ¡Que preciosa forma de decirle que no abandone toda esa imaginación que la hace única!

Estas son las pequeñas historias que componen la novela; no hay más intriga que esta: ver crecer a una niña, entre travesuras y lecciones, hasta convertirse en una encantadora jovencita. Pero cuando asistimos a un aprendizaje que desborda ternura, inocencia y cariño nos vemos atrapados sin remedio entre los muros de Tejas verdes. 

No todo serán alegrías, claro está; y la tragedia también golpeará a nuestra protagonista. Pero tener por fin un hogar acogedor al que aferrarse, da a Ana la seguridad de poder seguir creyendo en sus sueños y la fuerza para afrontar sin temor todo lo que venga por delante.


Ana y su amiga del alma, Diana.
Llega el momento de recomendaros si leerla o no y como podéis imaginar mi respuesta es un si inmenso. No se lo que sentiréis los que os acerquéis a ella ya adultos; quizá mis recuerdos influyan muchísimo en el amor que siento hacia esta novela. Pero sea como sea, creo que un poco de la dulzura de la niñez, nunca esta demás para alegrar nuestro día a día.

Ahora solo quedará tener paciencia y esperar la publicación de los siguientes tomos. Ana la de Tejas verdes es solo el principio; todavía quedan siete novelas a descubrir. Mientras tanto podemos disfrutar de la maravillosa adaptación para la televisión protagonizada por Megan Follows. Aquí os dejo el enlace al primer capítulo.


Violetas que tanto le gustan
para la cumpleañera
Disfrutad de vuestras lecturas y ¡exprimid al máximo todo lo que tienen que ofreceros!

PD. Hoy no puedo despedirme sin felicitar a una de las personas que más quiero... Muchísimas felicidades Mamá que cumplas por lo menos cien más.