viernes, 3 de marzo de 2017

Cajón de sastre: un puñado de libros nuevos y ronda de reseñas...

Rincones de casa en los que me encanta pasar las horas

Escribo esto sentada frente a la mesa de la cocina; puede que algún día me atreva a hacerlo desde el fregadero, homenajeando a Cassandra Mortmain, pero por el momento me mantengo en lo convencional. Hace mucho que no escribo en el rinconcito (casi dos meses) y huelga decir que lo he echado muchísimo de menos. Decidme ¿cómo estáis llevando estos primeros meses del año? Espero que de maravilla. A algunos de vosotros os sigo la pista por Instagram (Winifred ¡qué alegría encontrarte el otro día!), pero nada como venir a charlar por aquí con más tranquilidad.

A modo de resumen de mis meses de enero y febrero, he venido cargada con una especie de cajón de sastre: últimos libros comprados y varias mini-reseñas. Así que si os place, ¡empecemos!


Algunos libros nuevos...

Como veis en la pila de la fotografía, entre mis últimas compras se colaron dos nuevos LondonMartin Edennovela que leí en 2014 en una vieja edición francesa y, ahora al fin tengo en castellano (ya sabéis que la atesoro como una de mis novelas favoritas) y El lobo de mar, en una edición de bolsillo que tiene un irresistible marinero tatuado en su portada. 
Acabo de empezar a leerla y por el momento Lobo Larsen, uno de sus protagonistas, me tiene cautivada. "Usted camina con las piernas de un muerto. Nunca ha tenido piernas propias. No sería capaz de caminar solo ni una jornada y conseguir la carne necesaria para llenarse la tripa tres veces". Esta es una de las primeras frases que dedica a Humphrey Van Weyden, el joven intelectual que va a convertirse en su compañero de infortunios y aventuras. La travesía, promete.

También compré otro título de una de mis autoras más queridas, Willa Cather. En este caso Sapphira y la joven esclava, que podéis leer en castellano en esta edición de Impedimenta. 
Esta fue la última de sus novelas, publicada en 1940; narra la historia de una familia esclavista del viejo Sur, en los albores de la guerra de Secesión.
Si todavía no os habéis acercado a la obra de Willa, os invito a hacerlo cuanto antes. Aquí os dejo con las reseñas que le he dedicado hasta el momento para que os hagáis una idea de lo que podéis encontrar en sus novelas:
PionerosSombras bajo la rocaLa casa del profesor.


Apenas siete euros cada ejemplar. Lo que daría para que la
edición de bolsillo tuviese la misma importancia en España.
Otros dos viejos conocidos llegaron hasta mis estanterías en sendas ediciones de bolsillo, Jane Austen y Henry David Thoreau. El volumen dedicado a Jane recoge las cartas que esta envío a lo largo de su vida a sus sobrinas Fanny, Caroline y Anna. El volumen de Thoreau recoge por su parte las cartas que este intercambió con a su amigo Harrison Blake entre 1848 y 1861; todo un manifiesto de su ideología y visión del mundo. Podéis encontrarlas en castellano con el título Cartas a un buscador de si mismo (Errata Naturae). 

En la cesta libresca de estos dos meses también se colaron varios autores con los que voy a estrenarme. En el caso de Laura Ingalls Wilder  tendría que añadir "con los que por fin voy a estrenarme". Todavía no puedo creer que haya pospuesto tanto la lectura de la saga de la Casa de la Pradera. Vi (y disfruté) la serie cuando era niña, pero no se porqué, pasé por alto los libros. En fin,  como bien dicen, nunca es tarde y presiento que voy a pasar ratos muy agradables con estas novelas, de momento las tres primeras: Little House on the Prairie, Farmer Boy y Little House on the Big Woods.
Estos son los ejemplares de ocasión que estoy
reuniendo; ediciones de Puffin Books.

Jim Fergus es otra nueva apuesta en lo que a literatura "de la frontera" se refiere. Su novela Mil mujeres blancas me tentó desde las primeras líneas de su sinopsis. Voy a traducirosla para haceros partícipes de la causa de mi entusiasmo: "En 1874, el presidente americano Ulysses S. Grant acepta, con el máximo secretísimo, una proposición hecha por el jefe indio Little Wolf. A saber, intercambiar mil mujeres blancas por una cantidad considerable de caballos y bisontes para así favorecer la integración del pueblo indio. Sellado el pacto, algunas mujeres se presentan voluntarias, pero en su gran mayoría las elegidas provienen de centros penitenciarios y asilos de todo el país. Una de ellas, Mary Dodd, será la encargada de narrar su historia."


Evidentemente estamos ante un libro de ficción; si bien es cierto que la proposición si fue formulada  durante la conferencia de paz en Fort Laramie de 1851, las mujeres nunca fueron enviadas. Ya os contaré que tal resulta la lectura.

Y cerrando la pila, los últimos libros que me traje a casa "A House Full of Daughters", un libro de memorias escrito por Juliet Nicolson, nieta de Vita Sackville-West y Los verdes años de A.J Cronin. Este último lo compré un sábado al volver de correr por el parque. Cuál no fue mi sorpresa cuando en el camino de vuelta a casa me salió al paso un mercadillo de libros de segunda mano. Ni que decir tiene que empleé tres de los cinco euros que llevaba en el bolsillo en llevarme un ejemplar. Cronin fue el elegido. Me temo que muchos otros se vendrán conmigo en mañanas de sábado.

Y ahora, algunos libros leídos...


Extraña mezcla de ediciones de bolsillo y segunda mano.
Sarnia de G.B Edwards, fue mi primera lectura de este año. Autobiografía ficticia, confesión íntima, Sarnia o "El libro de Ebenezer le Page" (título original) es ante todo una crónica detallada de la vida cotidiana en la isla de Guernsey, durante gran parte del siglo XX. Ebenezer, anciano de ochenta años, jamás ha salido de su isla excepto para jugar un épico partido de fútbol en la vecina Jersey (el enemigo secular). Ha sido testigo de dos guerras mundiales, de la Ocupación alemana, y ha visto vivir y morir a la mayor parte de sus familiares y conocidos. Para no olvidarlos, para recordar y atesorar cada episodio, decide entonces pertrecharse de varios cuadernos escolares y escribir su historia.
El resultado dista mucho de ser un relato dulcificado por la nostalgia; la vida en la isla es dura, las rencillas familiares feroces y pese a todo, ¡cuánto cariño por las raíces desprende cada una de sus páginas!. Ebenezer, misógino, cascarrabias, reaccionario y taciturno, es uno de esos personajes que uno termina apreciando casi a su pesar. Le conocemos siendo un niño y cerramos la última página con un último adiós desgarrador "¡No quiero morir! Quiero vivir para siempre, simplemente para ver los barcos pasar por las bahías y puertos de mi isla". Podríamos contar con los dedos de una mano las cosas que atesora o que son importantes para él:  Jim, su amigo del alma, Tabitha su hermana, Liza Queripel, el que podría considerarse el único amor de su vida y por encima de todo Guernsey, su tierra; isla batida por los vientos,  y la fuerza de las olas, orgullosa de sus raíces normandas e inglesas.
Ebenezer dice "La vida en esta tierra no es gran cosa. A un día feliz, y a los sueños de felicidad para el futuro, les sigue el triste despertar a la realidad. Suma algunos placeres, olvidados tan pronto como se consuman, y por lo demás, continuar día tras día, como un burro atado a un arado." Sarnia, pese a todo, no es un libro triste, pero si realista y sincero. Está lleno de sinsabores, de pequeñas y grandes tragedias; de recuerdos felices y de preciosas relaciones humanas. 
Si habéis leído y disfrutado de "Qué verde era mi valle" (aquí podéis leer mi reseña), "Lark Rise to Candleford" o "Sidra con Rosie" estoy segura de que disfrutaréis con "El libro de Ebenezer le Page".
Este libro tenía que formar parte de mi Century of Books, así pues, el año 1981 es suyo.

Adelanto de la próxima edición de
Impedimenta
Un día en la vida de una mujer sonriente, por su parte, ha sido mi primer encuentro con Margaret Drabble y, que puedo deciros; esta recopilación de relatos (escritos entre 1960 y 2000) es una auténtica maravilla.  Cada uno de ellos indaga y deja al descubierto las emociones y pensamientos más íntimos de una mujer en un instante clave de sus vida. Capturas de instantes cotidianos, en apariencia banales, pero en realidad trascendentes. Relatos que lidian con el deseo, los remordimientos, la hipocresía, la enfermedad o el éxito. Historias que dicen mucho sobre las bendiciones y en especial las dificultades de ser mujer.  
Yo tuve que ir leyéndolos despacio, espaciándolos durante varios días, porque en ocasiones la intensidad de lo narrado era tan grande que no salía indemne de la lectura (jamás olvidaré el relato titulado "La guerra como regalo", ni el reencuentro de los dos amantes en el café de la esquina, ni la alegría de la viuda que se reencuentra al fin con la soledad.)
Desde luego esta no será la última vez que lea a Margaret Drabble. Me ha cautivado la facilidad con la que crea personajes y atmósferas en apenas dos trazos; con la fineza y la profundidad con la que estudia el alma femenina. Bravísima.

Por el contrario, Nine Coaches Waiting de Mary Stewart fue la gran decepción de este comienzo de año. Mary Stewart es una autora muy querida entre muchas blogueras británicas, que me encanta seguir, y "Nine Coaches Waiting" uno de los títulos más  elogiados. Pensaba que iba a disfrutar mucho con esa promesa de romance, misterio y entretenimiento, pero nada mas lejos de la realidad. 
Linda Martin, joven protagonista de la historia, acaba de conseguir un empleo como institutriz del pequeño heredero Philippe de Valmy. Al llegar a la fastuosa propiedad que la familia tiene en los Alpes franceses, Linda queda cautivada por el entorno y también por el carácter afable del pequeño Philippe. Sin embargo, con el paso de los días, el ambiente apacible se enrarece y los familiares que rodean a Philippe empiezan a actuar de forma extraña y amenazadora... Joven institutriz, ambiente sombrío, rico y apuesto heredero...ya veis que los ingredientes recuerdan a un libro muy querido al que no quiero nombrar en esta reseña (no merece ser mancillado). No quiero desvelaros nada importante (por si alguien se aventura a leerlo), pero el misterio queda desvelado casi desde las primeras páginas y la historia de amor no se mantiene por ninguna parte. Me llevé esta novela a Annecy, para leerla mientras estaba cerca de los Alpes y os prometo que lo único que me animó a seguir con la lectura fueron las descripciones y la atmósfera que Mary Stewart crea en la novela. Estuvo muy lejos de ser suficiente. Quizá repita algún día con Mary, pero sinceramente, dudo que pronto.

Otro libro a atesorar en mis estanterías
Dejo en el tintero las reseñas de los dos últimos libros de la lista, Main Street de Sinclair Lewis y La casa en Mango Street de Sandra Cisneros. Fueron lecturas demasiado enriquecedoras y necesito dedicarles un poco más de tiempo y espacio. 
El año pasado tardé un poquito más en dar con mi primer coup de coeur, pero este 2017 se estrenó con fuerza gracias a Sandra Cisneros. Si encontráis "La casa en Mango Street" en una librería de segunda mano (o podéis adquirirlo en internet) no lo dejéis escapar. En especial todos aquellos que os enamorasteis de Francie Nolan, la protagonista de "Un árbol crece en Brooklyn". Creo que la historia de Esperanza Cordero, otra joven que busca su camino en un contexto difícil, resonará con fuerza en vuestro interior y tardareis mucho en olvidarla.

Por hoy, nada más. Solo desearos (como siempre) muy felices lecturas y un estupendo fin de semana.